Aunque el fuego puede parecer una gran fuerza amenazadora, es importante saber que en realidad hay varias clases de incendios. La clase de fuego puede determinar la rapidez con la que arde, su peligrosidad y la mejor manera de extinguirlo. Cada una de las 5 clases de incendios tiene su propio método para apagarlos de forma segura y eficaz.
Las 5 clases de incendios
Las 5 clases principales de incendios se clasifican en función de lo que ha provocado el fuego o de lo que el fuego utiliza como combustible, y son las siguientes:
Clase A: materiales sólidos como madera o papel, tejidos y algunos plásticos.
Clase B: líquidos o gases como alcohol, éter, gasolina o grasa
Clase C: fallos eléctricos de electrodomésticos, equipos electrónicos y cableado
Clase D: sustancias metálicas como sodio, titanio, circonio o magnesio.
Clase K: incendios causados por grasa o aceite, especialmente al cocinar.
Comprender las 5 clases diferentes de incendios puede ayudarle a determinar los mayores riesgos de incendio en sus instalaciones, en función de los combustibles y los riesgos de incendio presentes, así como la mejor forma de prepararse en caso de emergencia por incendio.
Analicemos cada una de las 5 clases diferentes de incendios con más detalle.
Incendios de clase A: «Incendios »ordinarios
Los incendios de clase A son los más comunes de las 5 clases diferentes de incendios. Se producen cuando arden materiales combustibles comunes como madera, papel, tela, basura y plásticos ligeros. Estos incendios accidentales son omnipresentes en una gran variedad de industrias, por lo que se recomienda contar con una protección adecuada contra los incendios «ordinarios», además de otros incendios de condiciones específicas.
A pesar de ser «ordinarios», no descarte esta clase de incendios como de bajo riesgo. Si hay abundante combustible, estos incendios pueden intensificarse rápidamente. Lo mejor es apagar rápidamente un incendio de clase A antes de que se propague utilizando agua o fosfato monoamónico.
Incendios de clase B: Líquidos y gases
Los incendios de Clase B afectan a líquidos y gases inflamables, especialmente combustibles como el petróleo o productos derivados del petróleo como la gasolina, la pintura y el queroseno. Otros gases que son altamente inflamables son el propano y el butano, que son causas comunes de incendios de Clase B. La mejor forma de hacer frente a este tipo de incendios es sofocándolos o eliminando el oxígeno mediante equipos de extinción de incendios con espuma o CO2.
Tenga en cuenta que los fuegos de Clase B no incluyen los fuegos de grasa o de cocina, que pertenecen a su propia clase, la Clase K.
Incendios de clase C: Incendios eléctricos
Los incendios eléctricos pertenecen a la Clase C y son comunes en instalaciones que hacen un uso intensivo de equipos eléctricos, pero pueden ocurrir en una amplia gama de industrias. Por ejemplo, los centros de datos pueden ser un área de riesgo obvio para los incendios de Clase C. Deben disponer de medidas de seguridad para hacer frente a los incendios eléctricos. Deben disponer de medidas de seguridad para hacer frente a los incendios eléctricos.
Las obras de construcción son otro riesgo común de incendio de Clase C: las herramientas eléctricas o los aparatos utilizados para cocinar pueden hacer que las chispas enciendan materiales combustibles y se intensifiquen rápidamente. Los edificios antiguos con cableado en mal estado o calefactores presentan más problemas.
Los incendios eléctricos requieren materiales no conductores para extinguir la llama, por lo que el agua sola no es una buena solución. Las instalaciones con equipos sensibles pueden preferir la supresión con agentes limpios porque no dejan residuos ni dañan los equipos eléctricos.
Incendios de clase D: Incendios metálicos
Los incendios de clase D no son tan comunes como los de las otras clases, pero requieren una atención especial porque pueden ser especialmente difíciles de extinguir. Los fuegos metálicos afectan a materiales inflamables como el titanio, el aluminio, el magnesio y el potasio, todos ellos habituales en los laboratorios.
Los fuegos de clase D no pueden tratarse con agua, ya que ésta puede exacerbar el incendio y ser potencialmente peligrosa. Los agentes de polvo seco son la mejor solución para sofocar las llamas y limitar los daños materiales y personales.
Incendios de clase K: Incendios de grasa o de cocina
Los incendios de clase K implican líquidos inflamables, similares a los incendios de clase B, pero están específicamente relacionados con el servicio de alimentos y la industria de la restauración. Estos incendios comunes se originan por la combustión de materiales de cocina líquidos, como grasas, aceites y grasas vegetales y animales.
Debido a que pueden propagarse rápidamente y ser difíciles de controlar, los incendios de clase K son algunos de los más peligrosos. El agua puede empeorar la situación, pero sofocar las llamas o utilizar un extintor de agente húmedo es eficaz.
Ahora que sabemos cómo se inicia cada incendio, podemos prepararnos para combatirlos o, mejor aún, evitar que se produzcan.
Cómo prepararse para las 5 clases diferentes de incendios
Estar preparado para cualquier peligro de incendio implica tres áreas de atención: equiparse con el extintor adecuado para sus correspondientes clases de fuego, comprometerse con la formación periódica en seguridad contra incendios y mantener todo el equipo en condiciones óptimas. Si puede mantener cada uno de estos aspectos, debería ser capaz de reaccionar adecuadamente en una emergencia de incendio, independientemente de la clase de fuego a la que se enfrente.
🚨 Contáctanos:
📱 WhatsApp: +51 933 889 469
📧 ventas@gruponk.com.pe
🌐 www.gruponk.com.pe
sistemacontraincendios #aguacontraincendios #nfpa #ul #rne #fm #osinergmin #rociadorescontraincendios #casetadeataquerapido #gruponakashima #nk #gruponakashima #proyectos #josenakashima #sistemascontraincendios #instalacioncontraincendios #NFPA #INDECI #prevencion #sistemascontraincendiosenalmacenes bomba contra incendios en miraflores, san isidro, etc
Deja una respuesta